miércoles, 10 de julio de 2013

Distintas miradas



Con una mirada me abriste la puerta a tu mundo con otra me dijiste adiós, nunca olvidaré esa mirada, tan llena y tan vacía, te miraba a los ojos como siempre pero ya no me miraba en ellos, ya no estaba yo en tus ojos, ya no era parte de ti, entonces mis ojos se pusieron tristes, se quedaron sin agua poco a poco y tú me seguías mirando sin mirarme, como el que mira un objeto, como quién mira sin amor. No había el brillo que los inundaba cuando me dijiste te amo la primera vez, no encontré las ganas de verme otra vez que me mostrabas cuando nos despedíamos, NO. Esté era un adiós diferente, era un adiós como el amor que me prometiste, era un adiós eterno. 
Culpó a tus ojos de todo, absolutamente todo, por verme un día perfecta, por verme un día insuficiente, por verme, simplemente por verme ese día cuando nos conocimos, por robarme el reflejo y luego escondérmelo, porque eran ellos los únicos que me mostraban quien era, y ahora no sé quién soy, y aunque busque en otros ojos no me encuentro, porque aunque sea yo en esos ojos, ya no soy quien quiero ser, no sé si existan otros ojos como los tuyos donde pueda verme, pero sé que no quiero encontrarlos, porque significaría entender que el brillo en mis ojos reflejados en los tuyos, no era real.















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