En la calle uno se puede encontrar con una gran cantidad de disparates. Ya la gente no mantiene conversaciones culturales. Las conversaciones de hoy en día se basan en sexo, videojuegos o las últimas novedades anunciadas por la TV (normalmente relacionada con las vidas de personas ajenas).
En la vida hay que fluir, hay que aprender a valorar nuestro entorno, las cosas que verdaderamente son importantes... como podrían ser los paisajes tan bonitos que nos rodean ("Ve más despacio y podrás oler las rosas"), los paseos con la pareja, las tardes entretenidas con los amigos...
Un matiz que señalo acerca de la palabra aburrimiento: esta palabra es utilizada constantemente entre la gente joven, antes le proponía a tus amigos salir y ellos aceptaban sin especificar ni dar ningún motivo (todos deseábamos salir de casa) en cambio ahora la gran parte de la sociedad prefiere pasarse horas pegado a un ordenador o jugando a algún videojuego.
A veces no se si somos nosotros los que dominamos los medios o los medios los que nos dominan a nosotros.
Nos hemos vuelto una sociedad muy caprichosa, si no conseguimos lo que nos proponemos, seguimos empeñadas en alcanzarlo y no nos damos cuenta que eso nos daña, hay que luchar por nosotros mismos (por mejorar como personas) y no luchar por los demás... cada uno es dueño de su vida y es consecuente de sus actos.
A la sociedad le da por dar vueltas sobre un mismo círculo, haciendo constantemente lo mismo y sin darse cuenta que se desperdicia muchas cosas valiosas, la solución es no cerrarse sino salir y buscar en nuestro entorno cosas que sean beneficiosas para nosotros.
En la vida no hay que olvidar nada, lo mejor es quitarle la importancia a esas cosas que nos dañan, porque estas pasan a ser experiencia y nos ayudan a que no volvamos a tropezar 2 veces con la misma piedra.
Actualmente las personas en pareja solo disfrutan con el sexo,los besos... pero no aprecian que una sola mirada, un roce o una simple caricia vale más que todo eso.
Poca gente sale hoy en día a pasear con una persona del sexo opuesto sin terminar acostados en una misma cama.
Poca gente sale hoy en día a pasear con una persona del sexo opuesto sin terminar acostados en una misma cama.
¿Lograremos equilibrar la sociedad o avanzamos hacia una sociedad salvaje que será incontrolable?
Piénsalo.
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